Entrevista a Johanna Sebastien
Johanna Sebatien debutó en Romantic Ediciones con su novela Adara, en esta entrevista, cuéntanos quien se esconde detrás de este seudónimo.
Detrás de Johanna Sebastien se esconde una mujer normal, una chica común y corriente que convirtió su pasión por la lectura en un estilo de vida. He tenido el privilegio de poder elegir una profesión que me permite seguir disfrutando de la literatura. Es por eso que estudié Filología Hispánica y actualmente me dedico a la docencia. Mi día a día está ligado a los libros.
Se entrevé en tu pluma un gran amor por los libros y quizás alguna influencia. Cuéntanos de donde nace este amor por las letras.
Mi amor por los libros ser remonta a la infancia. No podría decir exactamente cuándo descubrí mi pasión por la lectura, creo que nací con ella. Recuerdo, desde muy pequeña, ver siempre a mi madre, en sus ratos libres, leyendo aquellas novelas de Harlequin tan típicas de los años 80 y 90. Mis abuelos me compraban un montón de cuentos y leía muchísimos.
Cuando tenía unos 11 o 12 años me regalaron una linterna para ir de acampada, pero su principal función siempre fue estar bajo el edredón iluminando las hojas de algún libro. Mi madre me mandaba a la cama sobre las nueve o nueve y media y para mí empezaba un mundo de aventuras que muchas veces se alargaba hasta la media noche.
Hay cierta tendencia en ubicar las novelas históricas en Londres, Escocia… en tu caso destacan lugares que no son habituales. Háblanos sobre ello.
Pues mira, sí, hay varios. Adara se sitúa en Perú y mi segunda novela, que aún no se ha publicado, en México. Todo es culpa de mi madre (jajajaja)… Cuando era pequeña, por las noches, después de cenar, me dejaba ver una rato la tele con ella. En esa época estaban muy de moda las telenovelas sudamericanas. He perdido la cuenta de las que vi. La mayoría de ellas transcurrían en Venezuela, Argentina, Perú, México… y despertaron en mí especial interés esos países. Además, hay una parte de comodidad en ese aspecto ya que conozco a la perfección costumbres y paisajes de aquellos países, de los que tanto aprendí de pequeña gracias a los ahora llamados «culebrones».
Por otra parte, elijo este tipo de escenarios para ubicar mis historias para romper un poco con lo que se acostumbra en la novela romántica, normalmente ubicada en Inglaterra o España. Creo que puede ser un atractivo para el lector y que aporta un soplo de aire fresco.
¿Qué influencias recibes a la hora de escribir una novela? ¿Qué te inspira para adentrarte en el mundo de la escritura?
La influencia que he recibido han sido esas telenovelas de mi infancia y la atracción que supone para mí unos paisajes y una cultura diferente a la mía.
A la hora de escribir mis novelas me inspiran elementos muy diferentes. En ocasiones he visto un actor que ha resultado ser el prototipo físico del personaje que tenía en mente y he construído la trama en base a su nacionalidad, personalidad, gesticulación, etc. Otras veces me ha inspirado un paisaje, otras novelas que he leído, algo que ha pasado en mi vida cotidiana…
¿Seguirás escribiendo novelas históricas o probarás con otros subgéneros literarios?
Me atrae mucho más la histórica porque para mí es mucho más fácil de escribir. No me preguntes por qué porque no sabría explicarlo. Es algo que fluye, que me nace.
No obstante, tengo ahora entre manos dos novelas. Una de ellas es actual, al estilo de comedia romántica. No puedo decirte mucho porque aún no está terminada y, conociéndome, puede que cambie bastantes cosas. Lo que sí te puedo asegurar es que será una novela cortita, fresca y desenfadada.
La otra es histórica y la he situado en Puerto Rico. Ambas están a medias pero me he propuesto acabar la comedia romántica estos días porque creo que puede ser una buena opción para verano.