Cuando un día cualquiera te despiertas a las seis de la mañana con una angustia tan grande que no puedes parar de llorar… es que te pasa algo. Aunque quizás no eres consciente de lo que te sucede. Ese fue mi caso, que sin saber por qué me vi inmersa en una depresión.
En ese estado la vida te depara situaciones que jamás hubieras imaginado, y más cuando siempre has creído que estas cosas no te pueden pasar a ti. Porque tú eres enérgica, positiva, fuerte…
Deja que te cuente mi historia. Quiero poder decir que he tenido una depresión y no sentirme culpable. Y para ello necesito más visibilidad y normalizar dicha enfermedad. A través de mi historia puede que si estás en mi misma situación, no te sientas tan incomprendido. Y quizás si tienes a alguien que sufre puedas comprenderle mejor.
¡Toma conciencia sobre el tema! ¡Únete!
Las cosas no cambian hasta que alguien piensa: “Esto podría ser diferente”.
Cuando Peter Pan bebió whisky
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